martes, 24 de agosto de 2021

Artículo nº8: Dimorfismo sexual

¿Qué es el dimorfismo sexual?

El dimorfismo sexual es el conjunto de diferencias morfológicas, fisiológicas y comportamentales que caracterizan y diferencian a los dos sexos de una misma especie en mayor o menor grado.

Esta terminología se utiliza principalmente para el Reino Animal, por lo que hace referencia a las diferencias, principalmente físicas, en cuanto a forma, coloración o tamaño, entre machos y hembras de una misma especie (dioica).


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Dimorfismo sexual en leones. El macho presenta una melena característica de la que carece la hembra.

¿En qué especies animales se presenta el dimorfismo sexual?

No todas las especies de animales presentan dimorfismo sexual. Por ejemplo, muchos reptiles tienen los órganos sexuales internos, no demuestran diferencias externas entre los especímenes de diferente sexo.


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Carencia de dimorfismo sexual en algunas especies. Ejemplo, Pionites melanocephalus

No obstante, se presenta en la mayoría de las especies animales, pero el grado de dimorfismo sexual suele variar mucho entre unas especies y otras, No existe una pauta universal de diferenciación sexual entre animales, más allá de los mecanismos básicos de la producción de espermatozoides u óvulos (el rasgo definidor de ser macho o hembra).

Los sexos tienden a ser muy parecidos en las especies que liberan sus gametos directamente al medio, sin cortejo ni contacto sexual entre los individuos en freza (ej esponjas). Las diferencias sexuales tienden también a diluirse en las especies en que ambos sexos participan de forma activa en la cría de la descendencia (ej. pingüinos). Sin embargo, la gran mayoría de los animales caen entre ambos extremos y presentan diferencias sexuales más acusadas.

¿Qué diferencias presentan los individuos de distinto sexo?

Pueden presentar diferencias en cuanto a su morfología (robustez del esqueleto de soporte, tamaño relativo de cuernos y astas, …), coloración (críptica, llamativa, …), en cuanto a su tamaño (pequeño, grande, …), en cuanto a su masa corporal, en cuanto a su fisiología (tasa metabólica, producción y disipación de calor, coste energético del movimiento, …), rendimiento (velocidad máxima, aceleración, …), historia biológica (edad de madurez, intervalo de vida, …),  ecología (tamaño del territorio, distancia de dispersión, densidad de población, …), comportamiento, ...

En la mayoría de las especies de insectos, arañas, anfibios, reptiles, aves rapaces, etc. las hembras son más grandes que los machos, mientras que en los mamíferos el macho suele ser el de mayor tamaño, algunas veces de modo muy notable.

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Dimorfismo sexual extremo en peces abisales. El macho (se ve abajo) es un parásito de la hembra (arriba)

¿Cómo se ha originado el dimorfismo sexual?

El dimorfismo sexual se ha originado por la selección sexual, que no depende de una lucha por la existencia, sino que opera a través del éxito diferencial en la consecución de pareja. Por ejemplo, engloba la competencia entre hembras o machos por lograr el éxito reproductor durante el apareamiento, la competición entre el esperma de distintos machos en el tracto reproductor de la hembra, el uso preferencial del esperma por las hembras, ....

¿Cómo se manifiesta el dimorfismo sexual?

El dimorfismo sexual se manifiesta de diferentes formas.

En primer lugar, los roles sexuales de machos y hembras pueden situar a cada uno en una relación diferente con respecto al entorno, causando una selección (sexual) y una respuesta distinta.

Por ejemplo, si las hembras producen numerosos gametos, la diferencia en cuestión va asociada al tamaño corporal; de ahí el mayor tamaño que se observa en una cifra elevada de especies. Además, las especiales exigencias nutricionales demandadas por la producción de óvulos y la protección de huevos y crías, tareas que a menudo recaen sobre la hembra, pueden conducir a un uso diferenciado del entorno, lo que comporta diferentes factores selectivos sobre las hembras. El mero hecho de buscar un lugar adecuado para establecer el nido podría requerir que la hembra tenga que utilizar un hábitat distinto del escogido por el macho durante la estación de nidificación.


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Dimorfismo sexual en arañas. La hembra es más grande, ya que se encarga de producir muchos huevos

En segundo lugar, el dimorfismo sexual puede surgir a través de “luchas” entre machos por el acceso a las hembras o viceversa.

Por ejemplo, tales contiendas pueden seleccionar un armamento para el combate, como apéndices que pueden convertir en armas para la lucha, órganos de intromisión u órganos que envían señales de cortejo.


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Dimorfismo sexual en ciervos. Los machos son más grandes y tienen astas con las que luchan por las hembras

En tercer lugar, el dimorfismo sexual podría emerger de una selección intersexual; es decir, el ejercicio directo de la elección de determinado individuo del sexo opuesto sobre la base de su apariencia y comportamiento.

Por ejemplo, con pocas excepciones, son las hembras las que escogen y los machos responden con una ostentosa exhibición de cortejo. La razón de que las hembras escojan y los machos compitan entre sí por el acceso al apareamiento guarda relación de dependencia de la asimetría general de la inversión de los progenitores que permite definir la condición de macho y de hembra. Los machos aumentan su fecundidad en relación directa con el número de apareamientos que consiguen; las hembras se hallan limitadas en el número de crías por la cuantía de huevos que pueden producir.


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Dimorfismo sexual en faisanes. Los faisanes machos son más grandes y coloridos, ya que compiten entre ellos durante el cortejo. Las hembras tienen colores crípticos, ya que cuidan de los huevos. 

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